Como se mencionó anteriormente, este trastorno se conoce más comúnmente como ojo cruzado o de pared, el estrabismo es una condición de visión en la que ambos ojos no se alinean simultáneamente en condiciones normales.

Uno o ambos ojos pueden girar hacia dentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo, todo el tiempo o de forma intermitente. Ya sea constante o intermitente, el estrabismo siempre requiere una evaluación y tratamiento adecuados. Los niños no superan esta condición ocular.

El tratamiento de los ojos desalineados puede incluir parches de un ojo (si hay ambliopía), gafas o cirugía de estrabismo para realinear los ojos.

Es importante saber que la cirugía de estrabismo no cura la mala visión. En algunos casos, la realineación de los ojos ocurre con gafas graduadas adecuadas. Sin embargo, la mayoría de los niños con estrabismo eventualmente requerirán cirugía para alinear mejor los ojos.

La cirugía del estrabismo comúnmente implica la recesión de los músculos oculares si se requiere el debilitamiento de los músculos, o la resección de los músculos oculares cuando se requiere el fortalecimiento de los músculos. La recesión de un músculo ocular requiere la desinserción de uno de los seis músculos unidos al ojo, y la reconexión del músculo más atrás en el ojo, causando así el debilitamiento deseado.

La resección de un músculo ocular requiere la desinserción del músculo del ojo, excisión de una parte del extremo distal del músculo y posterior readhesión al ojo, lo que resulta en un músculo más fuerte. La cantidad que un músculo está empotrado o resecado se basa en el grado preoperatorio de desalineación de los ojos, que es medido por el oftalmólogo utilizando prismas.

Una vez que un niño desarrolla ojos desalineados, no hay tratamiento que enderece los ojos perfectamente. El objetivo de la cirugía de estrabismo, por lo tanto, es realinear los ojos lo más cerca posible de lo normal.